Comencé a escribir el blog “
La lesbiana argentina” el 11 de abril de 2005. Tenía ganas de tener otro blog, de poder escribir otras cosas y con otro formato diferente a lo que venía haciendo (y sigo en cierta forma haciendo) en “Pont des Arts”. Siempre intento llevar adelante ese slogan feminista que tanto me gusta: “lo personal es político”.
Dejé que volara mi imaginación y me vino el título o nombre del blog: La lesbiana argentina. Y su descripción, un desafío: “Un blog con actitud acerca de qué es ser una lesbiana sudaca y globalizada.”. Quería profundizar más en la parte de “lo personal”. Ponerlo en juego.
Suelo recorrer blogs de lesbianas, las pocas argentinas, las pocas latinoamericanas y las un poco más españolas. Entre varias de nosotras hemos ido tramando una especie de comunidad, sostenida por enlaces entre los blogs, o por los comentarios que nos dejamos.
Contemporáneamente a la LLA, muchas autoras de blogs han comenzado a decir que son lesbianas, otras están contando sus vidas, así que se podría decir que la existencia de blogs lésbicos aumentó, o que la experiencia lésbica de sus autoras es ahora más visible. Muchas aún usan seudónimos, otras sus nombres de pila.
Empecé a escribir LLA, teniendo una leve idea del camino a recorrer, pero ya en el tercer post, más o menos, la “vi”, vi claramente a la protagonista, vi su lugar, sus posibles amigas. Vi su historia, y quise contarla. En realidad ella empezó a contármela vía su blog.
Con el paso del tiempo me pregunté ¿qué estoy escribiendo? ¿un cuento bien largo o una novela?. El ritmo que permiten los post le daban un ritmo narrativo novelístico. Cada post era un capítulo. Por esos días me topé con la noticia de que un blog muy conocido, era lo que se llamaba ahora “blogonovela”, hablo del “
Weblog de una mujer gorda”, cuyo autor es Hernán Casciari. Su historia ya es mundialmente conocida y premiada.
El, en el post donde hace saber que es el autor de WDUMG, dice que es un
experimento ficcional.
Yo no puedo llamar a la LLA un experimento, para mí no lo es, pero sí la considero como una blogonovela lésbica. La fui desarrollando como tal.
Es un blog escrito por una lesbiana de Argentina, del “interior” del país, que me lleva un par de años, y que ha ido pintando su vida que es la suma de varias vidas.
“La lesbiana argentina” es una blogonovela lésbica (no sé si la primera concebida como tal) que desea homenajear a aquellas mujeres que aman a mujeres; a las que pueden y a las que aún no pueden decirlo; a las apasionadas y a las no tanto; a las liberadas y a las no; a las acomplejadas por la edad y a las que andar con chicas más jóvenes les devuelve esperanzas. Es un homenaje para aquellas blogueras que se han ido animando a contar su historia, a contribuir a la visibilidad, a nuestra existencia. La lesbiana argentina es una voz más que se levanta para decir que las lesbianas estamos en todas partes, que existimos.
Ella sigue allí, escribiendo sus días. Ella tiene sus tiempos, sus ganas, su forma de expresarse. Y yo sigo aquí escribiendo los míos en esta bloga.
“La lesbiana argentina” es mi primera experiencia de escritura ficcional de largo aliento (pública). Cada post me sorprende, me toma, me desafía.
Varias/os lectores se han preguntado en distintos momentos si esa historia es real, según LLA (que ya dirá su nombre en su blog), lo es, y yo no puedo contradecirla, ni quiero hacerlo.
Otras personas la han alentado en sus bajones, la han aconsejado en sus dudas; otras la han alentado a que siga escribiendo.
En los últimos días empecé a sentir la necesidad de hacer saber que “la lesbiana argentina” es un blogonovela lésbicay que yo soy la autora; sentí la necesidad de salir del closet, una vez más.